martes, 8 de diciembre de 2009

LA CUISINE, Paris en 6 Norte.

No es que nos aburriéramos de escribir. Mucho menos que nos aburriéramos de comer (primero morir!). Tampoco es que seamos los nuevos cesantes de Chile y ya no podamos darnos uno que otrolujo culinario. Sucede, simplemente, que nos emancipamos. Sé que perderemos algunos lectores -los más conservadores- que ya no podrán seguir leyéndonos porque estamos excomulgados al vivir en concubinato, pero los recuperaremos en enero, cuando regularicemos esta vergonzosa situación de hecho.
Qué tiene que ver nuestro semi estatus civil con el abandono temporal de este sitio?...simplemente que ahora después de la pega hay que ir al super, ordenar, ir a buscar o dejar la ropa al lavado, cocinar (obvio), ver The Big Bang Theory ... y dormir.
Pero ya más adentrados en la curva de la experiencia, hemos comenzado a tener tiempo para comer y reseñar para nuestros amigos!
Armar una casa es complicado, por no decir cuantioso. Para 2 personas medio pitis, intentar ver los subtítulos en una tv de 14 pulgadas es un verdadero reto. Por eso, el sábado decidimos comprar un lcd, bien grande, a lo narco. Pero olvidamos que también había que comprar una serie de elementos para colgar la leserita, y conseguir al "instalador". Finalizada la verdadera odisea, siendo las 23 hrs, con habre y sin ganas de cocinar, decidimos ir a conocer LA CUISINE.
Ubicado en 6 Norte, La Cuisine es un pequeñísimo restaurant que intenta superar su enanismo con lindas mesas en el exterior, cubiertas por un toldo. Lamentablemente, el clima de nuestra ciudad no acompaña tal idea, pero con una suerte nunca antes vista, encontramos desocupada justo UNA de las 6 mesas. Justo para dos. Nos atienden de manera muy grata, nos sentamos casi pegados, eso sí, a la mesa del lado, lo cual nos permitió oler y ver con detalle sus platos (ja!). El lugar tiene un estilo muy acogedor, como si fuera el comedor de una casa, pero con toques justos de elegancia: una Gerbera roja en cada mesa, una bonita alcuza de aceto balsámico y aceite de oliva de calidad, muchos muebles y adornos antiguos.
Nos traen la carta, y nos dan como opción el "Menú del Chef". Siempre vamos por la recomendación del chef.
1. Appetizers y Bebidas
Traen pan de cebolla, tibio, muy rico, cuadritos de mantequilla y una salsa de cilantro exquisita, cuyo extremo picor hizo que prácticamente me tomara toda la Coca Cola de 237cc que me pusieron (creerán que uno no se da cuenta?). Sebastián pide una cerveza artesanal de Viña, muy buena, con mucho cuerpo y un toque dulce.
2. Entradas
La entrada consistía en una Gualcamole ensalad y una Sopa de Cebolla a la francesa. Hay que decir que el emplatado de la ensalada es top: un plato rectangular, en que se presenta un molde de guacamole acompañado de escarola picada bajo 2 ciboullettes. Gran presentación, pero francamente, el guacamole no estaba muy sabroso, le faltaba algo de sal, y bueno, la ensalada de escarola era sólo eso. Plato prescindible. La sopa en cambio, servida en vasija de greda, estaba espectacular: un color caramelo, toques dulces, toques ácidos, toques salados, textura cremosa sin ser pesada. Uf!.
3. Platos de Fondo:
Sebasián pide Vesubio Veronique, un pescado acompañado de una bola de trozos de papa cocida (muy bien, original) en reducción de vino, trozos de uva, albahaca y champiñones. Un sutil sabor agridulce delicioso, que casi no alcancé a ver, porque mi novio se lo tragó mientras exclamaba "qué rico!" y yo hacía como que no lo oía, para ahorrarme la plancha.
Yo pido pollo parmegiano con gnoquis. Dudé un rato porque pensé que me podrían traer un plato seco, pero no: a lo ejos veo una lasagna con gnoquis nadando en su salsa, pero en verdad era un pollo en su punto con un lado crujiente, bañado en salsa blanca, de queso, tomates y toques de un suerte de reducción de albahaca, acompañado con Gnoquis.
4. Postres:
Cuando ya nos habíamos enterado de toda la vida de la pareja del lado, que pidió un lomo a la pimienta con salsa de Oporto que dejó a Sebastián con tortícolis, pedimos el postre. En lo personal no me gustan los panqueques y la elección era entre celestino, crep susset y copa Cuissine. Pedimos la Copa Cuissine, pero era sólo una copa con tres bolitas pequeñas de helado de vainilla con un poco de jarabe de frambuesa. Mulein, como diría la juventud de hoy.
Otros: La música muy agradable, desde bossanova al gran y único Frank.
Lo Bueno: El Lugar muy acogedor, el servicio rápido, la presentación de las comidas buenísima, los sabores bien logrados.
Lo Malo: Lo malo es hacer lo que hicimos nosotros: pedir el menú del Chef, porque en La Cuissine, los precios son bastante razonables, pero el Menú del Chef trae un par de cosas totalmente prescindibles, como la ensalada y el postre. Habría salido igual del rico y mucho más barato pedir la sopa de cebolla y un buen plato de fondo.
La Cuisine
Calle 6 Norte entre 2 y 3 Poniente, Viña del Mar.
Cuenta: $27.000
Caificación: Volveremos, sin duda, pero no al Menu del Chef.