jueves, 17 de febrero de 2011

Tongoy a la Carta

Mientras todos salen de vacaciones, los tenedoristas se quedan trabajando, sudorosos entre escrituras, demandas y documentos varios, soportándolo todo con el fin de esperar su ansiada luna de miel en mayo. Afortunadamente, tanto esfuerzo dio frutos inesperados y mi jefe me regaló DOS días libres. Ante lo cual Sebastián tuvo que pedir DOS días de vacaciones, ipso facto.
Atendida la cantidad de días totales (jueves a domingo) me rebané el hipotálamo hasta que encontré un lugr bonito relativamente cerca: Playa Blanca, Tongoy. Obviamente cuando llamé 5 días antes de irnos estaba todo reservado, lo que nos llevó a Tongoy mismo.
Como a nuestros lectores no les interesa saber cómo luce mi Seba en zunga, iré directo al grano: DONDE COMER EN TONGOY.
Primera noche, recién llegados y dado que era "San Sebastián", invité yo y el festejado eligió "La Picá del Veguita", uno de los tantos restaurantes frente a la playa grande, cerca del muelle. Para que fuera más romántico, subimos al segundo piso, al aire libre y vista al mar. Pedimos para picar, y ya que esta es la "capital del Ostión", ostiones a la parmesana. Debo decir que lo que nos traen no es precisamente lo que pedimos: es un cuenco de greda con ostiones calientes en jugo, con queso rallado espolvoreado. Lo miramos feo. Lo probamos y uffffffff...........EXQUISITO. Los ostiones tiernos, el jugo delicioso...quién querría queso?. Como es costumbre cuando yo invito, Sebastián pide el plato más caro: "Chupín Veguita" y yo un "Jardín del Mar", en honor a nuestro barrio, que corresponden a lo que en la V región llamamos "Chupe de ostiones, locos y camarones" y un "Jardín de Mariscos", respectivamente. Lamentablemente el Chupín no era bueno. Parecía una crema, más que chupe, sin consistencia, con los mariscos en trozos. Además daba la impresión que tenía caldo de carne, u otro aliño que hacía desaparecer el sabor a marisco. Por mi parte el jardín muy bueno, hasta con un camarón de río. Tenía muchísimos piures, algo poco común en la V región, y tantos ostiones que, con lágrimas en los ojos tuve que dejar, para evitar alguna escena poco prudente para los demás comensales. Los precios medianos, no era caro, pero tampoco una picada.
El 2o. día lo pasamos en Playa Blanca, por lo que volvimos en la quiebra ($10.000 estacionamiento, $1000 un chocolito... y comprar amortiguadores nuevos...) y sólo nos animamos a unas empanadas, en el lugar más famoso "La Pink". Sí, el nombre es como "La calor", pero en fin. Nos atiende una garzona muy simpática que habla como rapera. Pedimos...obvio, empanada de ostiones y luego empanadas de locos. Es verdad que son buenas, pero francamente, para los que saben de lo que hablo, Emeterio en Concón sigue siendo inigualable en cuanto a empanadas.
Al día siguiente, al desayuno, vamos a visitar el mercado del muelle, donde las ostras y ostiones están vivas y textualmente "saltando" en unas piscinas-lavatorios. Uno pide el plato y las faenan ahí mismo. Te las comes ahí mismo. No digamos que la niña que las faena es distinta que la que te pasa el vuelto...pero en fin, hay que mentalizarse en rechazar los bichos. Y así me comí 6 ostras japonesas (gigantes, las del Jumbo parecen caracoles al lado de estas) con completa felicidad. Esto lo repetí once y desayuno los demás días. TAmbién probamos el ceviche (muy bueno) a luca y el mariscal al mismo precio (regular, de puras sobras...jajaja claro por ese precio esperaba caviar). Debemos dejar en claro que NO MORIMOS.
La noche del sábado, que sería nuestra última noche en Tongoy, después de jugar la lotería con maíz y subirnos a una cuncuna con dientes que oficiaba de montaña rusa (que claramente era apta sólo para niños, ya que a Sebastián no le cruzó el seguro...) fuimos a un lugar recomendado: el "Negro el Cero". Una verdadera picada. Entramos a un lugar (también de esos frente a la playa grande) que parecía fonda, pedimos machas a la parmesana. Nos sorprende que el precio no es de picada. Traen las machas que son 2 X 1 es decir, en cada concha de macha, vienen 2 y hasta 3 lenguas...........o sea, si era precio de picada. Luego pido un chupe de jaiva y Sebastián que es amante de lo light, pide un congrio frito con salsa margarita. Mi chupe estaba de pelos y Sebastián estaba con ojos largos cuando llegan 2 garzonas, una con un plato con 2 medallones de congrio frito, gigantes, y la otra con una paila de greda con salsa blanca con mariscos. Sus ojitos brillaron, hicimos un brindis por lo bien que lo estábamos pasando, y no le oí más la voz hasta que la paila y el plato quedaron vacíos.
Supondremos que estaba bueno. o no?
Tongoy en Enero
Lugares testeados "La picá del Veguita", "La Pink", "El negro el Cero" y un lugar en el centro con un pelado donde nos cobraron 5 lucas por dos empanadas malas y una coca cola, pero no recordamos el nombre (o no queremos recordarlo!).