domingo, 15 de febrero de 2009

PANZONI, un sabroso secreto con las "tres B"

Este post casi causa un quiebre afectivo entre nosotros. Hay veces en que, sinceramente, dan ganas de dejarse algunos secretos sólo para uno...y no compartirlos!!. Especialmente en este país donde parece que cuando las cosas se masifican, pierden calidad.
Pero como nos hemos tomado en serio este tema, y ya que la encuesta nos obliga (en cierta forma, ya que hubo un empate), haremos la revisión de PANZONI.
Sabemos que si se está recién pagado, ha llegado un cheque extra, bono, aguinaldo, sobra de viático etc, y se quiere comer ricas pastas en una experiencia top, uno visita Pasta e Vino.
Pero si ud. viene saliendo de la pega chato, con hambre, habiendo pasado más de alguna rabia de aquellas, y lo último que quiere es llegar a cocinar o, peor! pasar hambre a su casa y quiere darse un pequeño regalo, este es el lugar preciso.
Panzoni es el lugar al que vamos cuando estamos a punto de presentar la renuncia indeclinable en nuestras pegas y necesitamos un rato de tranquilidad donde discutir sobre las injusticias laborales y darnos ánimo mutuo. Tranquilidad que por cierto, sólo otorga el buen tenedor en mano (y otras cosas que no discutiremos en este blog, porque hay muuuuuuuuchos otros).
Ubicado en medio del Paseo Cousiño, cerca de lo que alguna vez fue el nunca bien ponderado "Burro Pub", se encuentra esta pequeña trattoria. Nada de pretensiones: un lugar sencillo, acogedor, pequeñas mesas de madera y cortinas cuadriculadas como si se estuviera en una picada en algún barrio perdido de italia. Para la hora de almuerzo, hay que ir temprano, o se corre el riesgo que quedar afuera mirando Falabella. Para la tarde-noche, ideal. Cuidado al sentarse, pues puede estar el gato regalón sentado en la silla de mimbre.
La carta es sencilla: hay algunas ensaladas, pastas y por otro lado salsas a elegir. Como un "arme su plato".
I. Bebidas y Apetizers:
Te atienden rápidamente, de manera informal y amena, y luego traen las bebidas (en botella, bien!) y dos recipientes de madera: uno con pebre y otro con margarina. Sebastián siempre reclama porque no es mantequilla, pero yo creo que es lógico pues es una "picada". A esto acompañan una canasta de pan batido o francés como dicen algunos. El cual doy fe que, si te lo comes todo, te traen más (los hombres siempre la hacen pasar verguenza a una). No esperen platos cuadrados ni cuchilería design; los platos son los típicos blancos de la promoción Esso de los 90 que hay en la mitad de los hogares de Chile. Lo mismo sobre la panera.
II. Entradas:
Si bien a entender por el nombre, uno difícilmente pediría una entrada teniendo muchas expectativas en este restaurant, lo cierto es que sus ensaladas no defraudan: de pura curiosidad pedimos una ensalada de palmitos, piña, tomates y otras verduras varias que resutó ser una gratísima sorpresa.
III. Platos de fondo:
Luego viene lo mejor de Panzoni: sus pastas. Pastas frescas, en porción regular (ni plato francés ni plato gigante), que realmente creemos son las mejores en cuanto a relación calidad precio en Viña. Hemos probado casi todos los platos de este restaurant, y pensamos que mención especial merecen los Panzotis, en carne de cerdo y ciruela, y por otro lado, la salsa Rossini. Todo es realmente exquisito, la salsa de nueces, la fuerte lasaña boloñesa (sabor muy acominado muy fuerte, exquisito, pero ojo: tomar harta agua!), los canelones rellenos, el tripasta para los indecisos; salvo (siempre a nuestro juicio) el pesto. Demasiado seco, áspero.
IV. Postres: Es una carta también pequeña de postres, pero al igual que las pastas, cumplen su rol. Destacan el tiramisú y los helados.
V. Otros:
Este restaurant, creo que no tiene "otros". Y mejor porque tal vez aumentarían los precios de sus ricas pastas, que son su sello.
Lo Bueno: La relación calidad precio. Son las mejores pastas que ud. puede comer por un precio tan módico. El promedio de un plato es de $3.300. Ud. no paga la cuchillería, la mantequilla, los pancitos al horno etc etc. Ud paga por un rico y bien hecho plato de pasta. Otro punto a favor es que, atendida la informalidad, se puede pedir mezcla de salsas si la indecisión lo corroe, para que no se estrese.
Lo malo: No sabemos si considerar o no que, si se sale muy tarde de este sitio, el paseo Cousiño y sus alrededores no son precisamente los Champs-Élysées, y llega a dar un poco de miedo, especialmente tomando en consideración que para no aumentar en $10.000 la cuenta, no es posible estacionarse medianamente cerca. Lo que sí tomamos en cuenta, es que en ocasiones, le pasan a uno gatito por conejito; alguna vez en vez de canelonni relleno con espinaca me lo dieron con acelga, y en otra por ahí en vez de chorizo pusieron vienesa...así se viene la crisis chiquillos!!!!
Calificación:
Bueno, bonito y barato es la frase que resume este lugar. En una ambientación grata, pastas ricas y baratas, ideal para regalarse durante la semana.
Restaurant PANZONI
Paseo Cousiño 12
Viña del Mar
Cuenta: $11.000
Nota: Nos encanta.

4 comentarios:

Fran dijo...

Qué buena picada!!!
Me alegro mucho que lo hayan comentado. Concuerdo con ustedes en todo. Lo conozco desde hace años (ufff!!! como desde hace 10años... es uno de los primeros lugares a los que fui con mi actual marido, en la época de universidad), y sigue siendo muy bueno.
Sigan recorriendo y comentando. Estoy adicta a este blog!!!

Anónimo dijo...

Esteban
Hola! Gracias por el dato....no hay como una "wena" picada de pastas.
Felicitaciones por el ameno y útil blog.

Anónimo dijo...

Gracias a la Pía y su blog conocí el Panzoti.
Como dicen los bloguistas, es un rincón ideal para el cotidiano, sin pretensiones ni grandes lujos, con precios justos y a la altura del buen servicio que entrega.
En mi caso, lo visité junto con mi novia en un típico día de vacaciones en el que nos daba lata cocinar.
Lo primero que debo decir es que si bien la ubicación no es la más glamorosa, tampoco está en el peor de los bajos fondos. Ya en el interior te trasladas como a esas pequeñas trattorias del Trastevere en Roma. En nuestro caso lo encontramos idéntico a un boliche pequeñito en el que comimos cada noche de vacaciones hace unos años en el barrio de la Rue de la Butte aux Cailles en Paris.
El servicio es super rápido y atento. La carta es sencilla. Ensaladas y pastas. Hay un barato menú del día en 4 pasos, pero como íbamos a comer pastas, no lo probamos. Yo pedí los panzotis con carne y ciruela y mi partner una tripasta con salsas ad-hoc (la boloñesa es "superlativa", como dicen ahora). La sorpresa linda: Compartimos una ensalada de tomates frescos con queso y palmitos y alguna hierba tipo albahaca. El mozo tuvo el gran detalle de ponerla en platos separados. A esa altura ya se estaba ganando una propina del tipo Farkas.
Te ponen pan batido en panera, pebre y margarina generosa. Hay aceite de oliva (bien!), lo que te permite hacerle el quite a la margarina.
Las porciones son adecuadas, casi grandes, los sabores son simples y claros. Las salsas generosas en porción.
Los postres son variados. Hay unos panqueques con helados, un celestino (que es casi lo mismo) frutas en conserva, y el mejor: un tiramisú jumbo que es casi imposible "servírselo" en porción individual. Así es que recomendación: compartirlo.
En general, el lugar es bueno. No sé si es tan barato, pero lo es claramente si se le compara con el famoso Dolce Vita o el Fellini (que a mi juicio es derechamente malo).
La ensalada dividida, una bebida y una cerveza (todo en botella), los dos platos de pasta y el tiramisú compartido: alrededor de 13 mil pesos.
No es una ganga, pero vale cada peso.

Un saludo y felicitaciones por el blog.

Marcos

Anónimo dijo...

Gracias Marcos, que rico que nuestro post haya servido para que conocieras un lugar que realmente vale la pena en pleno Viña. Es un honor que hagas seguido nuestras recomendaciones en cuanto a la ensalada y el plato de fondo y que te haya gustado.
Si este blog crece, podrías convertirte en algo así como el corresponsal que compuebe empíricamente las opiniones de los blogueros jajaj!!
saludos, y sigue leyendo, ya se viene el post carioca!