miércoles, 4 de marzo de 2009

BUZIOS A LA CARTA II

Vemos que nuestros lectores son también viajeros. Muy bien, podríamos organizar algún día un "tour gourmet"!!!
Siguiendo con el especial de comida carioca, llegó el día más fatal para quien escribe: último día en Buzios. Después de haber caminado y nadado por medio Buzios, decidimos aquel día descansar, quedándonos todo el día en la playa...y comiendo todo lo que nos ofrecieran en ella ambulantemente.
Primer acto: Pasa un vendedor de brochetas de camarones: habíamos oído todas las historias de la cripta sobre estas brochetas, que por el calor deben ser consumidas antes de las 12 del día. Como eran las 10, tuvimos tiempo para comer varias. Ya he señalado que los camarones acá son diferentes. Incluso diferentes a los de la zona sur de Brasil. Estas brochetas ($800 aprox) contienen una hilera de camarones de aquellos con patitas (pero sin cabeza) bastante salados y aliñados con ese exquisito limón estilo pica. El sabor es fuerte, un poco salado para mi gusto, pero muy sabroso. En todo caso, ese limón arregla cualquier cosa.
Segundo Acto: Pasa un vendedor de castañas de Cajú. Casi enloquecemos; somos fanáticos de los pistachos, almendras, nueces, avellanas y sobre todo yo de los maníes!!. A lo carioca, el tipo con su simpatía y rápido hablar nos embauca con medio kilo de castañas. Qué les puedo decir: NO ES SALUDABLE COMER MEDIO KILO DE CASTAÑAS DE CAJÚ, HACE MAL!. Sebastián se fue a bañar y yo me las tuve que comer. Acto fallido. Pero bueno, eran una tremendas castañas de cajú, ricas, lamentablemente un poco tibias por el sol, pero uf...no pude evitarlo.
Tercer Acto: Sebastián se repite lo que más le gustó de las playas: el queijo quente. Esto es un señor que pasa con un carrito dejando un olor demasiado rico a queso derretido y orégano. Mi compañero camina como hipnotizado hacia el carrito y pide una brocheta de queso, que consiste en un trozo, más bien un paralelepípedo de queso que se pone en una parrilla a presión, quedando medio derretido, medio quemado, con el orégano medio asado. Es cierto que es muy rico, pero es bastante pesado; sobre todo tomando en cuenta el calor...claro las castañas dirán uds. serían más livianitas...
Cuarto Acto: Nuevamente a mi compañero (por favor, me refero a compañero de viaje, aquí no se habla de política) se le ponen los ojos brillositos. Al fin podrá cumplir su sueño y comprar las famosas "tortas praianas". Esto por fuera parece un vulgar queque de aquellos que venden en los quiscos de los colegios, pero no...son como unos pancitos con relleno MUY RICOS, rellenos con pollo, rellenos con camarón, rellenos con queso. Pedimos rellenos con pollo y pimentón. MMmm...
Quinto Acto: Veo pasar por 9a vez en el día alcarrito del "rey del Milho verde". Acudo a él. Este carrito tiene una olla gigante llena de choclos cocidos, aún flotando en el agua hervida. Ud. elige su propio choclo. Luego, lo ponen en unas hojas de choclo como si fuera una servilleta y el choclo un hot dog y finalmente le preguntan a ud, con qué quiere aliñarlo: sal y/o mantequilla. Lo embrochetan, le pasan la margarina con un pincel y luego giran el choclo sobre la hoja, Un arte. Y bueno, es un simple choclo con mantequilla.
Ahora se preguntarán cómo se llamaba la película?? Bueno: por la noche salimos a conocer el muy famoso CHEZ MICHOU, del cual todos tanto hablaban...y algo me sucedía que no soportaba los muchos olores diferentes que salen de los cientos de restaurantes en la Rua das Pedras...y la película se llamaba: INTOXICACIÓN POR EXCESO DE CASTAÑAS DE CAJÚ.
Pero estimados lectores, somos profesionales: creen que no fuimos a Chez Michou?. Fuimos igual!
Chez Michou es un local sobre todo "ondero", grande, al aire libre, con una suerte de barra donde hacer los pedidos y comer también. La carta consiste en panqueques dulces y salados. Como siempre, no muy económicos. Lo divertido es que hay mucha bulla, una pantalla gigante, y al hacer tu pedido anotan tu nombre. Luego de un rato llaman por un megáfono: "Doin Shebashtian" para retirar tu pedido y llevarlo a tu mesa.
Pese a mi enfermedad y sus consecuencias, pedí algo liviano: un panqueque relleno con frutillas con salsa de chocolate. Un panqueque gigante como doblado en 4, como una servilleta. Dentro del cual se encontraban unas deliciosas frutillas con almíbar. Muy dulces, muy rojas, muy ricas, todo bajo una oscura y espesa salsa de chocolate. Era notable, pero de más está explicar que no pude disfrutarlo mucho. Sebastián pidió primero un panqueque relleno con queso (obvio, casi se convierte allá en Don Queijo) jamón, palmitos y luego, para sorpresa de todos pidió además un panqueque de dulce de leche con marshmellow, que venía derretido sobre el panqueque, como una salsa. Comenta el tenedorista en cuestión, que el panqueque salado estaba de pelos, ciertamente los palmitos cocidos tienen un sabor muy rico y dan un jugo con un sabor muy especial, pero el panqueque dulce quedó al debe, ya que siendo sinceros esperábamos un marshmellow clásico y no derretido, lo que le hizo perder un poco de sabor.
Chez Michou es un lugar imperdible, es entretenido por sobre todo, puedes ver a los cocineros haciendo tus panqueques, luego te llaman por megáfono, el lugar tiene mucha onda y los panqueques son muy ricos y muy contundentes, pero tampoco son lo más exquisito. Son buenos, es cierto. Pero les diré que en Río de Janeiro tuvimos una experiencia mucho más dulce...que quedará para el próximo capítulo!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaj que risa tu "compañero", a mi me encanta comer y todos los que me conocen bien saben que soy una chanchita cdo de comida se trata ,pero honestamente yo no sé como no reventó o se hundió en lo más profundo del mar y con ese calorrrrrrrr jajaja que risa..

si esos palitos de queso que venden en la playa son ricos!! a mí me gusta comer tapioca cdo voy y choclos con mantequilla a la más flaite...

que lata que no les gustó tanto el chez michou pa mí fue lo mejor de buzios

ta bueno el blog creo que nuevamente me dejaré caer por el rincón brasilero esta semana

saludos

eat-desserts dijo...

Yo nunca olvidaré la intoxicante mezcla caipirinha y pizza de 3 quesos que me mandé en Maceió...mmm digamos que no la digerí, lo que me obligó a no poder ni oler la comida como por 24 hr.
No pude evitar ir a hacerme un pan con jamon y un té para terminar de leer los 2 posts al hilo jejeje

El limon de pica de allá la lleva!

LuluciTa dijo...

jajaja bueno eso quise decir, yo tampoco digerí las castañás......